Se repartieron ocho monos en pares que fueron colocados en las sillas en la forma que se ve en la figura. Se les administraron entonces choques eléctricos cada 20 segundos durante un total de seis horas. El mono que se ve a la izquierda podía evitar el choque para los dos monos oprimiendo la palanca por lo menos una vez cada 20 segundos. Los dos animales recibieron el mismo número de choques eléctricos, pero sólo el que podía controlarlos desarrolló úlcera como resultado de la tensión.
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